martes, 16 de octubre de 2007

Carta de la decisión de entrega del Archivo Salado Álvarez a la BN



Doctor Vicente Quirarte,
Director de la Biblioteca Nacional de México
de la Universidad Nacional Autónoma de México,
Presente

Distinguido Doctor:

Por este medio me es grato y honroso comunicar a Usted que el pasado 27 de febrero, mis hermanas Lorenza, Claudia, Dominica, María Fernanda y Ximena Ruiz Rabasa y yo comunicamos a usted oficialmente, la voluntad de que el archivo de nuestro bisabuelo, don Victoriano Salado Álvarez, pase a formar parte del acervo de la Biblioteca Nacional de México.

El ingreso de dicho acervo a tan honorable y distinguida institución es nuestra historia de familia, pero sobre todo, es parte de la memoria de México. Don Victoriano, Académico de la Lengua, diplomático, defensor de la pureza de nuestro idioma, profesor por oposición de nuestra Escuela Nacional Preparatoria, arquitecto del alma de nuestro país a través de las más sólidas y documentadas novelas históricas de su tiempo, publicadas bajo el título Episodios nacionales mexicanos, fue un hombre que hizo de México el centro de sus afanes. No creo que haya pasado un solo día de su existencia sin escribir aunque fuese unas cuantas líneas. Su obra por ello, es vastísima, y lo más importante de ella, está casi inédita, esparcida en periódicos y revistas. Aparte la que él menciona haber escrito en Washington, y las primeras de sus obras que antes mencioné.

He de comentarle que una de las grandes ilusiones de don Victoriano fue ser el Director de la Biblioteca Nacional de México, que usted tan distinguida y atinadamente dirige, por lo que al recordar este hecho supimos de inmediato a donde él había decidido permanecer vivo. Para nosotras es un halago poder ser el instrumento de los deseos de él, de sus hijos, y de sus nietas, Ana Elena Rabasa Salado Álvarez nuestra madre que durante toda su vida trabajó para la obra de su abuelo y Gabriela Rabasa Salado Álvarez. En nombre de ellos hacemos partícipe su decisión tomada hace más de 100 años de que su archivo permaneciera en el lugar más preciado, la Biblioteca Nacional de México.

La confianza, cuidado, preservación y acceso a tan valiosos documentos contribuirá de manera decisiva al conocimiento de su vida y su obra, así como a establecer relaciones con figuras de la historia y el arte con las cuales tuvo relación.

Doctor Quirarte, el deseo expresado por las descendientes nos compromete a que en el momento que usted lo indique se de inicio a los trámites legales para el traslado del archivo de don Victoriano Salado Álvarez a la Biblioteca Nacional, que acompañados por sus Memorias, Tiempo Viejo y Tiempo Nuevo, nos abrirán un camino ahora, ¡de la muerte a la vida!


Jacinta Ruiz Rabasa Lorenza Ruiz Rabasa Claudia Ruiz Rabasa


Dominica Ruiz Rabasa Ma Fernanda Ruiz Rabasa Ximena Ruiz Rabasa

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